viernes, 5 de junio de 2009

Una de piratas

Que los piratas somalíes asaltan a los barcos mercantes porque sí. Que no, que en realidad son pobres africanos llamando la atención porque grandes pesqueros han arruinado sus fondos con redes de arrastre y ya no hay peces. Que es que han convertido sus aguas en un vertedero de materias tóxicas que ha matado la pesca de la que viven. Que no, que los asaltantes son de las mafias locales y han encontrado un filón en los rescates. Que el gobierno que no gobierna en ese país dice que no puede hacer nada porque es pobre, que lo hagan los países asaltados. Que no, que quiere sacar tajada. Que es un problema de islámicos contra todo lo que huela a no islámico. Que no, que se han hecho islámicos por desesperación.


Todo eso es verdad y no lo es. Que las aguas somalíes son un vertedero de materias tóxicas es más que probable. Que no hay pesca en la zona, también. Y que las cosas no son tan simples, también. Y que es bochornoso que sigan con el cuento de los malo-malísimos blancos expoliando a los bueno-buenísimos negros. Todos los países del mundo han sido invadidos y expoliados en sucesivas guerras a o largo de la memoria de la Humanidad. Todos. En Africa no son excepción, vale ya de hacerse los víctimas eternos. Toca trabajar, como han trabajado todos los países para salir de sus respectivas miserias. Muchos de sus enemigos tienen el mismo color de su piel.

De momento, los piratas llevan armamento nuevo y municiones, y son dos cosas que no se venden a crédito ni a cambio de pescadito. De momento, los rescates son de millones de euros, y ahora mismo hay veinte barcos retenidos a la espera de que se junte el dinero. Y desde que esta moda se ha multiplicado en el cuerno de Africa, el dinero corre por los prostíbulos, en la compra de coca, en los coches de lujo y en los sobornos, pero no se ha levantado ni una sola industria ni un solo hospital, pese a que el mal sexo y la droga han multiplicado el sida.

Somalia es un país fracasado, no existe como tal. Lo que planea por encima es una cuestión de dinero. Dinero para armar a los hombres asaltantes (el eslabón más débil, aunque no el más delicado), dinero de rescate, dinero para los traficantes de armas y de droga, dinero de los países asaltados enviando barcos y diplomáticos y recursos, dinero desviado de un país sin gobierno que en nombre de su pobreza también pide dinero.

Los asaltados son barcos mercantes de paso, no de guerra, no pesqueros. Las potencias asaltadas han enviado barcos de guerra, han analizado el tema, y han enviado recursos para levantar la zona de donde salen la mayoría de los piratas. Y aunque sea una medida correcta, es una gota en el desierto. Mientras con un solo golpe consigan millones, quien se va a dedicar a la pesca o la carpintería? Mientras a fuerza de secuestros consigan ayudas millonarias extranjeras, para qué el ímprobo trabajo de construir un país? Mientras los dirigentes islámicos les digan que es bueno todo lo que sea malo para el infiel, quién se resiste? Mientras los intermediarios londinenses se lleven de comisión lo mismo que se paga de secuestro, quién lo va a impedir?

No es una cuestión de negros o de islámicos. Es una cuestión de desesperanza. No tienen otro presente ni ven otro futuro. Inyectar millones en rescates sólo sirve para alimentar esta situación. Llevar a los piratas al país de al lado para que sean juzgados parece un chiste.

Por cuestión de principios, no se deben pagar rescates. Y se debe evitar el riesgo de que el secuestro se convierta en una moda rentable. Los cientos de barcos que cruzan la zona podrían llevar mangueras a alta presión para alejar las barcas que quieran abordarlos. Y los gobiernos implicados, negociar con Somalia el fin de esta situación que a ese gobierno le va muy bien. Sin ingenuidades: Ningún somalí hace nada por impedirlo, y muchas potencias occidentales ya están invirtiendo en infraestructuras en las zonas más depauperadas del país. El gobierno africano pide que los ricos inviertan. Y los ricos dicen que en un país que no es serio no se puede invertir, que es tirar agua al mar. Y que si se compran armas y drogas es que hay dinero.

Por cuestión humanitaria, se debe ayudar a las personas necesitadas. Las empresas que han arrasado las zonas de pesca aprovechando un vacío de poder, deben recompensar invirtiendo en empresas locales que generen puestos de trabajo. Y el gobierno de Somalia ejercer como tal. Recientemente se vio en un documental a todo un ministro, con su coche todoterreno y seis hombres armados como escolta, acompañar (previo pago) a unos periodistas para hacer un reportaje de la situación. Llegados a un pueblo, el portavoz de los piratas le dijo que se fuera que no era bienvenido. Y sencillamente se giró y se fue.

Texto y fotos: Marga Alconchel

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lastima que estos blocs, los lea yo y cuatro más ya que tocan temas candentes y actuales y son dignos de estar en medios de comunicación de más difusión
Manel

Anónimo dijo...

Mientras exista gente que lo único que valora sea el poder y el dinero fácil, habrá situaciones sin solución.
Tú vales mucho. Montse.

Anónimo dijo...

repito lo mismo que te dice Manel, ¡¡qué lástima que el resto de los mortales no sepamos nada der todo esto!!!
Te lo has currado ¡¡¡ no se de donde sacas toda esta información, pero, ¿porqué no miras de publicarlo en algun periódico de gran difusión?. yo te animo a ello. Muy buen trabajo ¡¡¡

Solo un inciso. Me ha costado leer el primer párrafo. Yo, separaría en ´diferentes líneas cada uno de lo¨:
- que no, que.....
SIGUE CON TUS ARTÍCULOS NOS ENCANTAN
UN ABRAZO
TERESA