lunes, 8 de junio de 2009

Va de virus

Hay una crisis económica de espanto y de repente sale una gripe porcina en un destino turístico. Se disparan las alarmas, se venden como caramelos las mascarillas que no sirven para nada pero quedan muy propias y se pone en marcha toda la maquinaria.

Esa gripe porcina que ha mutado y que se pasa a los humanos y a la que se le ha cambiado el nombre (A) para que no suene tan feo… mata menos que la gripe benigna de todos los inviernos. A 27 de mayo de 2009 en 48 países (cientos de millones de habitantes) había 13.398 personas contagiadas, de las que habían muerto… 95. México es la zona donde la gripe ha resultado más letal, con un porcentaje del 1,82%, o sea, 83 personas en la capital, donde viven 15 millones. La proporción da risa. Lo dicho, un resfriado mata más gente. Ya lo dicen las pelis de polis: ¿A quién beneficia todo esto?


Bajo el cartel de una pandemia, los carísimos antivirales se venden desesperadamente, y las multinacionales farmacéuticas hacen caja, y los vendedores de miedo consiguen grandes dividendos. Se recomienda el principio oseltamivir, que se comercializa con el nombre de Tamiflu, fabricado por los laboratorios suizos Hoffmann-La Roche. Es el que se hizo famoso con la gripe aviar y ahora se vende entre 40 y 100 dólares. El otro principio activo recomendado es zanamivir, comercializado por Glaxo Smith Kline bajo el nombre de Relenza, a 40 euros caja. Este no sirve contra ninguna gripe, pero ambos se están vendiendo por toneladas.

En nombre de la A, Egipto, país de confesión islámica (religión que prohíbe el cerdo por precepto de culto) ha aprovechado para sacrificar la mayor parte de su cabaña porcina, aun a costa de arruinar a miles de pequeños ganaderos y por encima de todos los informes de que no se transmite directamente de animal a persona. China ha aprovechado para restringir más el movimiento de la gente, Japón ha multiplicado las medidas sanitarias (y el gasto medio por habitante), México decretó cuatro días de encierro voluntario en casa que sirvieron para domesticar las calles, sujetar a la población y asear los espacios públicos… Vendedores de miedo.

Además de las multinacionales químicas, todos los gobiernos se han apuntado a la fiesta. Dicen que en España (47 millones) tenemos 100 contagiados. O sea, hemos de hablar con 470.000 personas para encontrar un griposo A. Algunos políticos se desgarran los trajes a medida, algunos vociferan contra todo y contra todos porque es su única manera de captar atención, los médicos simplemente recomiendan reposo y mucho líquido…

Y la crisis económica va quedando en un segundo término. No me refiero a las medidas que se están adoptando con más o menos acierto, sino al control sobre las causas para que no se repitan. Y eso sí que está matando gente poco a poco. Grandes constructoras, grandes bancos, grandes especuladores de riesgo… todos en su butaca. Un sistema económico que evidentemente es dañino desde la raíz y sólo se parchea. Lógicamente no se pueden destruir todas las instituciones económicas de una tacada y empezar desde cero, las cosas se han de hacer paulatinamente. Pero se han de hacer. Y eso empieza por unas depuraciones y unas responsabilidades penales que no se ven. ¡…Pero como es muy urgente atender una gripe tan grave!…

Y los de a pie qué hacemos con la A? Pues analizar los datos, consultar con el médico si es que los síntomas son exagerados, dejarse de histerias caras y seguir con la vida sin perder de vista todo lo que no es gripe. Recordar a Machado (“distingo entre las voces y los ecos”) y vigilar que los que ganan con todo esto no nos la estén dando con queso por la puerta de atrás. Como dicen los castellanos viejos, bueno es si bien acaba.

Texto: Marga Alconchel

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA
he leído tu escrito después de haberte enviado un email sobre el mismo tema.
Lo siento, pero éste no ha sido uno de los que me hayan gustado más, aunque bueno ha sido leerlo.
UN BESO
TERESA

Anónimo dijo...

Hola,
quiero creer que el hecho de tomar precauciones ante la gripe A es ante la posibilidad de un contagio masivo y el gasto que este genera a la sanidad.
Lo demás, ya se sabe que las farmacéuticas no trabajan por la salud de la población si no para el enriquecimiento de unos cuantos. Es triste pero es así.
Esperemos que si salen enfermedades sean como esta, porque sino estamos muy desprotegidos.
Bueno, como ves te doy mi opinión pero me cuesta mucho hacer crítica constructiva. Todo se andará.
Hasta pronto.
Montse.