Barcelona da la cara al mar en un
amplísimo frente marítimo, pero su espalda se enfila por la sierra de
Collserola. En una de sus colinas, el Turo de la María, en el barrio de Horta, hay
un jardín público con nombre de literatura: El jardín de las Hiedras (El Jardí de les Heures), que rodea la Casa Gallart. Está cerca del camino que llevaba a la ermita de
Sant Cebrià.
Son jardines de estilo renacentista,
tranquilos, ordenados, geométricos. Con pequeños estanques lobulados, altísimos
árboles, parterres. Con las bases de algunos árboles protegidas por piedras
esféricas. Un rincón de paz que invita a seguir subiendo sus escaleras hasta
llegar a las puertas del palacio, hoy convertido en Fundación Universitaria.
En 1885 Forgas murió sin descendencia, quedando toda la propiedad en manos de Gallart. En Puerto Rico ya se desataban revueltas contra el colonialismo español, y Gallart decidió venderlo todo y volver a Barcelona. Buscando un lugar para establecerse se fijó en la masía de Can Duran, cerca de Barcelona, con excelentes vistas, propiedad de Jaume Martí Codolar, con una extensión de 30 hectáreas y dedicada al cultivo de la viña.
La adquirió en 1893 y un año después
encargó la obra nueva al arquitecto August
Font i Carreras, que había sido maestro de Gaudí y que delegó el diseño del jardín a Adrià Piera. Las obras tardaron cuatro años en construir un château en el lugar de la clásica masía.
Piera creó un espacio
uniendo ideas francesas y renacentistas italianas. Estructurado en tres
terrazas, la más alta rodea el propio palacio con parterres y unos volúmenes
vegetales relativamente pequeños para no ocultar las vistas. Unas suntuosas
escalinatas descienden a las dos terrazas inferiores, que desarrollan un gran
valor paisajístico sin problemas de altura. Por los rincones van apareciendo
fuentes, esculturas y bancos, grandes magnolios y castaños de la India.
El palacio, de cuatro plantas, tiene bellas vistas, sin embargo, queda protegido por toda esa frondosidad; desde la entrada apenas se le vislumbra entre las altas copas de las palmeras. Su imagen va creciendo a medida que se van recorriendo los jardines, hasta hacerse imponente en la terraza más alta.
El edificio rectangular tiene torres
cilíndricas en las cuatro esquinas, rematadas por un negro tejado cónico y una
linterna en su parte central. En la fachada, sobre la puerta, una gran
hornacina alberga una escultura de Josep
Campeny representando una mujer y un niño rodeados de hiedras, que da
nombre a los jardines.
Josep Gallart Forgas
falleció el 1 de julio de 1898, el mismo día que Puerto Rico declaró su
independencia de España. La familia Gallart,
residió en el palacio hasta la Guerra Civil, cuando lo abandonaron en dirección
a Francia. Fue incautado por la Generalitat y en 1938 se instaló en ella el
presidente Lluís Companys para
protegerse de los bombardeos que arrasaban la ciudad de Barcelona.
El hijo del fundador de les Heures, Josep Gallart i Folch, muy molesto con
la expropiación y el nuevo inquilino, entregó una fotografía aérea de la finca
al general italiano Kindelan para que la bombardeara, pero éste se negó por las
dificultades orográficas y la protección de las baterías antiaéreas del cercano
monte Carmel.
No obstante, Companys hizo construir un refugio antiaéreo subterráneo con
diversas entradas y estancias, una práctica habitual por si el impacto de las
bombas hundía alguna parte de la estructura. Restaurado y visitable, tiene la
entrada en el almacén subterráneo, un túnel de 40 m. de largo, 1,15 de ancho y
2,15 de altura. Destaca en su calidad técnica la existencia de un pozo de
ventilación.
En 1939, acabada la contienda, Lluís Companys abandonó el edificio
para salir del país como exiliado. Josep
Gallart i Folch volvió a la que había sido su casa, donde permaneció hasta
1952, en que la vendió definitivamente, aunque no volvió a ser ocupada. La casa
y los jardines sufrieron expolios (desaparecieron sus estatuas de mármol de
Carrara) y quedó en un estado de
semi-ruina.
La finca había sido parcelada antes de
la última venta. En 1958 la Diputación de Barcelona adquirió la casa y las seis
hectáreas de terreno que la rodean. Tenía intención de derribar el edificio,
pero las fuertes protestas vecinales obligaron a cambiar su destino por una
restauración y la anexionó a los Hogares Mundet. En 1998 firmó un acuerdo con
el Ayuntamiento cediéndole el uso de los jardines. Actualmente el palacio acoge
la Fundación Universitaria Bosch i
Gimpera, dedicada a estudios de investigación al servicio de las empresas.
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