lunes, 2 de abril de 2018

El olor del arte

El olfato es uno de los sentidos del ser humano. Uno de los más intensos, más biológicos, el que le permitía, en sus primeras etapas, localizar las presas o los enemigos antes de llegar a verlos. Es el que evoca sensaciones, emociones, el que nos hace cerrar los ojos para oler mejor.


Ernesto Ventós  es un perfumista. Tiene los conocimientos y la sensibilidad para fabricar esencias, perfumes, olores. También es un coleccionista de arte. Y en el momento que unió esas dos facetas de sí mismo nació Nasevo, el nombre con el que presenta su colección de arte, en una ambientación con esencias olorosas básicas, las que están presentes en la mayoría de las cosas del entorno.

Nasevo expone su obra en el Museu Blau de Naturaleza, en Barcelona. El espacio muestra las clases de esencias, las bases químicas, los grupos de olores, todo científicamente distribuido y a la vez, acompañado por obras de arte que siempre están vinculadas a los olores y su gran representante, la nariz.

Un apéndice representado en varios materiales, en diversos ángulos, en composiciones y en evocaciones, e incluso, la fotografía de Ventós con un apéndice sobrepuesto y compuesta de cientos de minúsculas fotografías.

Los aromas están encerrados en envases de cristal transparente y tientan al observador con una muestra visual de la esencia que contienen: una caja de naranjas para los cítricos, flores, ramas… de una manera instintiva en el mismo gesto que acerca la nariz al recipiente se cierran los ojos, y la memoria olfativa de cada uno localiza los aromas. Los niños corren a sus anchas, olfatean los recipientes (colocados a su altura) y nombran los olores por sus propias referencias: la fruta del desayuno, el olor del postre, la ropa de la abuela…

 
Nasevo (Ernesto Ventós) también es un empresario de aromas, el titular de una empresa con sedes en Sant Just Desvern (Barcelona), Cotia (Brasil), Juárez (México) y Shangai (China). De esa vertiente profesional, científica y concreta dan fe los paneles que acompañan el espacio. Además de informar del olor como proceso químico, de sus tiempos (salida, cuerpo, fondo) plantean cuestiones sobre los olores y la vida: “La piedra huele? El mar huele a pescado o es el pescado que huele a mar? El artista, al igual que el perfumista, toma de la naturaleza diferente propiedades e interrelaciona y ensancha la percepción de los sentidos humanos. Todo huele y es capaz de oler. No sólo podemos oler nosotros, también las cosas, por la capacidad del arte, huelen y nos huelen.”

En su web se define a sí mismo: “NASEVO es el nombre de un artista, o bien medio oculto, el nombre artístico de Ernesto Ventós, quien es por oficio un reconocido creador de esencias y por pasión un coleccionista muy particular: sordo desde la infancia, en lugar de mirar las obras de arte, mirándolas las huele. A través de estas obras, pasamos de la vista al olfato y de éste a la dialéctica de la razón sensible a través del objeto artístico. Se trata de objetos artísticos que son a la vez, objetos lingüísticos: un arquetipo, la nariz; una semántica, el olor-color, y un continente, los estilos y formas del arte. Con singularidad, NASEVO lleva a la tierra las obras destiladas del conocimiento de Ventós con el espíritu del alquimista, mago y transformista”

La exposición Nasevo, ciencia y esencias estará en el Museu Blau del Forum de Barcelona hasta el 2 de septiembre de 2018.


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