El olfato es uno de los sentidos del ser
humano. Uno de los más intensos, más biológicos, el que le permitía, en sus
primeras etapas, localizar las presas o los enemigos antes de llegar a verlos.
Es el que evoca sensaciones, emociones, el que nos hace cerrar los ojos para
oler mejor.
Ernesto
Ventós es un
perfumista. Tiene los conocimientos y la sensibilidad para fabricar esencias,
perfumes, olores. También es un coleccionista de arte. Y en el momento que unió
esas dos facetas de sí mismo nació Nasevo,
el nombre con el que presenta su colección de arte, en una ambientación con
esencias olorosas básicas, las que están presentes en la mayoría de las cosas
del entorno.
Nasevo
expone su obra en el Museu Blau de Naturaleza, en Barcelona. El espacio muestra
las clases de esencias, las bases químicas, los grupos de olores, todo
científicamente distribuido y a la vez, acompañado por obras de arte que
siempre están vinculadas a los olores y su gran representante, la nariz.
Un apéndice representado en varios
materiales, en diversos ángulos, en composiciones y en evocaciones, e incluso,
la fotografía de Ventós con un
apéndice sobrepuesto y compuesta de cientos de minúsculas fotografías.
Los aromas están encerrados en envases de
cristal transparente y tientan al observador con una muestra visual de la
esencia que contienen: una caja de naranjas para los cítricos, flores, ramas…
de una manera instintiva en el mismo gesto que acerca la nariz al recipiente se
cierran los ojos, y la memoria olfativa de cada uno localiza los aromas. Los niños
corren a sus anchas, olfatean los recipientes (colocados a su altura) y nombran
los olores por sus propias referencias: la fruta del desayuno, el olor del
postre, la ropa de la abuela…
Nasevo
(Ernesto Ventós) también es un
empresario de aromas, el titular de una empresa con sedes en Sant Just Desvern
(Barcelona), Cotia (Brasil), Juárez (México) y Shangai (China). De esa
vertiente profesional, científica y concreta dan fe los paneles que acompañan
el espacio. Además de informar del olor como proceso químico, de sus tiempos
(salida, cuerpo, fondo) plantean cuestiones sobre los olores y la vida: “La piedra huele? El mar huele a pescado o
es el pescado que huele a mar? El artista, al igual que el perfumista, toma de
la naturaleza diferente propiedades e interrelaciona y ensancha la percepción
de los sentidos humanos. Todo huele y es capaz de oler. No sólo podemos oler
nosotros, también las cosas, por la capacidad del arte, huelen y nos huelen.”
En su web se define a sí mismo: “NASEVO es el nombre de un artista, o bien
medio oculto, el nombre artístico de Ernesto Ventós, quien es por oficio un
reconocido creador de esencias y por pasión un coleccionista muy particular:
sordo desde la infancia, en lugar de mirar las obras de arte, mirándolas las
huele. A través de estas obras, pasamos de la vista al olfato y de éste a la
dialéctica de la razón sensible a través del objeto artístico. Se trata de
objetos artísticos que son a la vez, objetos lingüísticos: un arquetipo, la nariz;
una semántica, el olor-color, y un continente, los estilos y formas del arte.
Con singularidad, NASEVO lleva a la tierra las obras destiladas del
conocimiento de Ventós con el espíritu del alquimista, mago y transformista”
La exposición Nasevo, ciencia y esencias
estará en el Museu Blau del Forum de Barcelona hasta el 2 de septiembre de
2018.
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