Indiana
Jones es el arqueólogo por antonomasia, aunque no sea muy real.
El
Museu de Arqueología de Barcelona amaneció con un camión de soldados nazis en
la puerta y un hombre con sombrero, cazadora de cuero y látigo en la cintura. No estaban filmando una
película, estaban presentando una exposición sobre las verdades que se esconden
en los films de Indiana Jones: “En busca
de los tesoros perdidos. Homenaje al arqueólogo cinematográfico Indiana Jones”
La
exposición, didáctica, interesante y con la medida exacta para no ser pesada, pasea por los grandes títulos de la serie,
explicando lo que hay de verdad y de fantasía en cada una de las propuestas.
La
voz simpática y documentada de la inauguración corrió a cargo de Rubén Molins, el coleccionista
propietario de las piezas, director de Rubens
Productions y alma mater de todo
el evento, al que acompañaba Josep
Manuel Rueda, director del Museu y promotor de actividades sorprendentes que
quieren acercarlo a un público más heterogéneo.
Molins relataba el origen
de la serie, las conversaciones entre George
Lucas y Steven Spielberg en
1977, cuando ambos descansaban en Hawai de sus respectivos estrenos. Les
apetecía hacer algo juntos, y uno propuso que fuera un millonario al estilo James Bond que buscara tesoros. Al otro
le apetecía algo más aventurero e informal, y fueron perfilando el personaje
del arqueólogo Jones, con cazadora de
cuero y sombrero fedora, al que le pusieron el nombre del perro de Lucas, Indiana.
La
exposición toma prestados elementos del museo y piezas de la colección personal
de Molins, gran conocedor del cine y
sus secretos. Entre objetos auténticos y reproducciones (todas identificadas)
se descubren los secretos de la Calavera de Cristal, El Ídolo de Oro, El Santo
Grial o el Cabezal de Ra.
A
pesar de que Indiana Jones lleva 35
años poniendo en primera plana la Arqueología y cubriendo de aventura su
trabajo, muchos se quejan de que desvirtúa su día a día, esa labor científica,
minuciosa y lenta de andar con el pincel, las bases de datos y las largas horas
de estudio para dar a conocer al público la historia del Hombre. Y repiten que por
exigencias del guion se mezclan épocas, pueblos e historias sin ningún rubor.
Molins iba desgranando
anécdotas de los rodajes, de las claves y los detalles de muchos films, desde
imágenes de los robots R2D2, el grito Wilhelm
que desde los años 50 ha servido como muestra de dolor en más de 200 films, o
la causa de la famosa escena del espadachín al que Jones mata de un disparo: todo el equipo tenía gastroenteritis y Jones quería acabar rápido.
El
director del museo aprovechó para recalcar que la actitud de un arqueólogo real
no es la de Jones: ni trata con tanta
ligereza los objetos, ni los rompe o los saca de su entorno alegremente, ni del
país. Ni se comporta con tanta superficialidad con las personas de otras
culturas o creencias.
Algunos
de los asistentes repetían que el cine es cine, que todos entendían que Indiana Jones no es real, pero que las
películas de aventuras seguían siendo un gran aliciente para llenar las salas
de pantalla grande, y que probablemente la facultad de Arqueología habría
ganado algún alumno atraído por el sombrero y el látigo tanto como por los
cedazos y los archivos llenos de polvo.
La
exposición huye de las vitrinas convencionales de un museo para mostrar las
cosas como las tendría Indiana en su
almacén: cajas de madera, arena, rótulos… todo espiado por los inevitables malos, los soldados nazis
permanentemente en busca de tesoros esotéricos. Ocupa 115 m2, la
superficie perfecta para trasladarse embalada y seguir periplo por otros
museos, otras aventuras y otros públicos.
Jones
apareció en las pantallas hace 35 años recuperando la magia de las películas de
aventuras, de los conceptos de buenos y malos, de salvadores de pueblos
indígenas, de arqueólogos guardianes de todos los secretos, de Museos
dispuestos a mostrarlos al mundo. Y en las escenas de su otra vida aparentemente
aburrida de profesor nos dejó a todos el regusto de que la aventura siempre es posible...
La
exposición permanecerá en la ladera de la montaña de Montjuic, en la entrada
del Museu Arqueológico de Barcelona, hasta el próximo 25 de septiembre.
Video
promocional de Rubens Productions (2’43’’): https://www.facebook.com/156044991085497/videos/148120311912160/
2 comentarios:
Manel Royo lo compartió en fb
Hola,
Se agradece la noticia. Muy completa y elaborada. BUEN TRABAJO!
Un saludo
Ruben Molins
rubens.produccions@hotmail.com
www.facebook.com/rubens.produccions
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