Cristóbal Colón, Almirante de la
Mar Océana, colonizador de un continente para unos reyes que jamás lo
pisaron, pasó de la gloria a la ignominia en pocos años, acabó sus días
arruinado y olvidado en un convento, y ni aún así sus huesos tuvieron paz.
Repartidos en varias
sedes que se autoproclaman la verdadera, esos restos son el telón de fondo de
la primera novela de Miguel Ruiz Montáñez publicada en 2006 en Ediciones
B.
A lo largo de más de 350
páginas se desarrolla una trama con una sociedad secreta, un mensaje grabado en
cada una de las tumbas, un mensaje oculto en la firma del almirante, unos
documentos guardados en monumentos y unos policías españoles y dominicanos. Hay una
ingente labor de documentación por parte del autor, un malagueño ingeniero,
licenciado en ciencias económicas y profesor asociado en la Universidad de
Santo Domingo, en la República Dominicana, el país por donde transcurre la
mayor parte de la novela.
Firma de Cristóbal Colón |
Ruiz Montañez ha recorrido medio mundo como ingeniero y como profesor
de ciencias económicas. De sus años en el país caribeño extrajo el conocimiento
en la descripción de los paisajes, de las gentes y de la magia de la isla donde
Colón puso por primera vez el pie en tierra firme después de haber
salido del continente europeo. Ruiz publicó posteriormente El Papa Mago
y el Pais de los Espíritus, obras en la
misma línea de thriler histórico
que La Tumba de Colón.
Tumba de Colón - Santo Domingo |
Tumba de Colón - Sevilla |
Al margen de la trama y
de la intriga, del buen ritmo y de las relaciones entre los personajes, la obra
es un descubrimiento permanente de la figura de Cristóbal Colón, una
reivindicación de sus luces y sus sombras, un repaso por los entresijos de una
época que cambió el mapa del mundo para siempre.
El autor, gran conocedor
de la figura de Colón y sus misterios, ahonda en distintos escenarios,
y, como telón de fondo de la novela en sí, plantea preguntas y posibles
senderos para averiguar los datos que se desconocen de un hombre tan conocido y
a la vez, del que tan poco se sabe.
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