Zimbabwe
es un país africano con grandes extensiones de tierra libre, o sea, no urbanizada. Un espacio tan
natural, que los urbanitas de todo el mundo pagan grandes cantidades de dinero
por ver cómo es una tierra sin asfalto ni semáforos, cómo es la Tierra con
animales de verdad. Ese turismo de nostalgia
primitiva (esa que llevamos dentro por ser seres vivos de este planeta), le
deja cada año 2.500 millones de dólares sólo para ver, oler, sentir esa Tierra.
En ese espacio reinaba Cecil, un león de melena
morena. Los leones fueron los reyes de las sabanas de África y ahora quedan
demasiado pocos. Cecil tenía 13 años, era muy conocido, venían a verlo, era el
jefe de un clan de tres hembras y varios cachorros, su rugido marcaba el
territorio, su perfil era inconfundible.
El comentario, al margen de la buscada
comicidad, se mete en el territorio ignoto del ¿por qué, para qué? Qué mueve a
un dentista rico (hay que serlo para soltar 50.000 dólares, el salario de
varios años de trabajo para muchos) a cruzar medio mundo para matar desde
lejos a un animal que ni sabe que existe? ¿Qué consigue? Los cazadores emplean
un lenguaje florido para decir, a fin de cuentas, que les sube la adrenalina y
con ella, el placer. Debe ser un placer muy primitivo, muy de la parte reptil
de nuestro cerebro, muy básico, del comer o ser comido… pero el que mata está
bien comido, a salvo y no forma parte del menú del muerto. Así que, sumando el dinero que cuesta y el nulo riesgo, se
llega al punto del “porque puedo”. Matan porque pueden (dinero, siempre
dinero), por satisfacer ese primitivismo sin más, por dar órdenes a los que
participan en la cacería, por sentirse “dioses” cuando apretan el gatillo y ven
caer varios cientos de kilos de vida, un desperdicio “porque pueden”.
Todas las voces se han levantado contra ese
crimen, y por extensión, contra la caza mayor, en tierra y en mar. Dos
aerolíneas americanas han anunciado que no volverán a transportar trofeos de
caza (BBC: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150804_aerolineas_cecil_leones_prohibicion_trofeos_mr?ocid=socialflow_facebook ).
Y los asesinos se defienden asegurando que ellos son los primeros
conservacionistas, porque matan ejemplares mayores para que suban los jóvenes,
para que se regenere la especie (¿?). Que no se preocupen: la Naturaleza tiene
mucha práctica en eso, lleva millones de años regenerando y puliendo todas las
especies de este planeta mucho antes de la intervención de esos energúmenos, los únicos no evolucionados.
El país de los cazadores por antonomasia es
EEUU. Un lugar con una cultura de la violencia tan crispada que las armas son
un producto más de consumo, donde se ha propuesto que los maestros vayan
armados a clase para defenderse, donde se fabrican armas reales de colores y
peso ligero, adaptadas a niños. El que organizó la cacería, llamado a declarar
por las autoridades de Zimbabue, dice que los cargos son “frívolos” (La Vanguardia:
http://www.lavanguardia.com/natural/20150805/54434766813/organizador-caceria-leon-cecil-frivolo-caso.html
). Naturalmente, un matador norteamericano está por encima del bien y del mal.
Somos seres
vivos en un planeta vivo. Cualquier muerte nos disminuye a todos. ¿Cuánto
hemos perdido por estas muertes absurdas?
Habrá que recordar otra vez esas palabras tan repetidas de los indios nativos Cree: "Cuando el último árbol sea cortado, el último río envenenado, el último búfalo matado, el último pez pescado, solo entonces el hombre descubrirá que el dinero no se come"
3 comentarios:
Los norteamericanos tienen prohibido hacer negocios con Irán desde hace 35 años... pero sí tienen permiso legal para ir a cazar a la República Islámica de Irán animales en peligro de extinción que sólo se encuentran allí. Y las agencias de viajes crean publicidad y ofertas específicamente para cazadores norteamericanos. http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/08/150811_caza_iran_estados_unidos_lp
Los ricos (porque esto es una actividad para ricos, evidentemente) ya tienen otro animal a tiro fácil: En Australia han propuesto cazar a los cocodrilos de agua salada (que han estado en riesgo de extinción), por 20.000 euros la pieza: http://elpais.com/elpais/2015/08/06/ciencia/1438870204_079248.html?id_externo_rsoc=FB_CM
Un hombre de Zimbabwue, que vive y trabaja en EEUU no siente ninguna piedad por el león muerto. El, nacido en una aldea, sabe del terror del animal salvaje cuando ataca a la gente. Pregunta si alguien sabe poner a Zimbabwue en el mapa, si alguien sabe lo que es hambre, si alguien sabe lo que es Africa. Un gran reflexión desde otro punto de vista.
http://www.upsocl.com/comunidad/en-zimbabue-no-lloramos-por-los-leones-la-carta-que-esta-conmocionando-al-mundo/?utm_source=FBppal&utm_medium=Facebook&utm_campaign=fb
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