lunes, 17 de agosto de 2015

Permiso para suicidarse

Una noticia modesta sobresalía a mitad de agosto entre los grandes titulares: Veinticinco mil campesinos habían pedido permiso al presidente de la India, Pranab Mukherjee, para suicidarse en el Día de la Independencia, 15 de agosto. (La Prensa: http://www.laprensa.hn/mundo/869361-410/25000-campesinos-piden-permiso-para-suicidarse - RT: http://actualidad.rt.com/sociedad/183184-agricultores-india-pedir-suicidarse)


 La noticia venía avalada por un gran periódico de la zona (The Times of India). Son agricultores de la zona de Gokul, al Norte de la India, trabajadores de 11 aldeas que en 1997 vieron inundadas las 700 hectáreas de sus cultivos para construir una presa. Fue una expropiación forzosa.

Hubo violentas manifestaciones y protestas durante un mes y el gobierno las acalló con una declaración política, de esas que suenan tan bien a pesar de estar vacías: Se comprometía a indemnizarles. La paciencia india es proverbial, pero hasta ésta tiene su límite. En 2014, 17 años después, seguían reclamando, seguían sin tierra y sin dinero. Hubo una manifestación pacífica (dharna) volvieron las palabras vacías, y nuevamente el incumplimiento.

Lo llamativo de la noticia no es que se estafe a los pobres, en este caso campesinos, o que se les enrede en la mastodóntica maquinaria burocrática para que desistan. Lo llamativo es la petición de permiso para el suicidio (en la India el intento de suicidio es delito), y lo que hay detrás aún es más preocupante: que los suicidios son comunes entre los agricultores indios. Entre 2003 y 2011 más de 150.000 agricultores se suicidaron en todo el país. En 2009, un campesino se suicidaba cada media hora. Según Times of India,  40 campesinos de Mathura se suicidaron después de que unas lluvias destruyeran todos sus cultivos.  Con un macabro detalle: en las estadísticas no figuran las mujeres muertas porque no son las titulares de las tierras, aunque las trabajen y respondan por ellas si no va bien la cosecha. El número es una incógnita.

Otros se desesperan después de largas sequías o de pésimas medidas gubernamentales. Para favorecer la apertura del país en los años 90, el FMI y el Banco Mundial obligaron al país a la privatización de grandes estructuras públicas y la drástica reducción de subsidios al mundo agrario. En una sociedad mayoritariamente campesina, donde no existen pensiones de jubilación ni seguros agrarios, era condenar a millones de personas al hambre crónica. El país se enriqueció: su PIB pasó de 258.000 millones en 1992 a 1.440 billones en 2011. Pero el 33% de la población se quedó (y sigue) por debajo del umbral de pobreza. En un país de 1.252 millones de almas, eso es mucha gente.

El campesinado ha tenido que soportar otra ruina venida de esos mercaderes extraños (FMI, BM): cambiar sus cultivos tradicionales por monocultivos para las grandes multinacionales, productos extraños y modificados genéticamente. Más las deudas que muchos adquirieron para poder comprar, a intereses de usurero porque la banca tradicional no les atiende. Deudas hereditarias, que van pasando de padres a hijos hasta que se liquide o el usurero se quede con la tierra. A lo que se suma el escarnio social: el hombre, cabeza de familia y responsable social de su sustento, ya no puede cumplir su papel. Son carne de horca. Porque los campesinos pobres se suicidan con un trozo de cuerda.

El periodista indio P.Sainath denunció los suicidios masivos, creció la presión social y el gobierno se vio obligado a anunciar un fondo de “alivio de deuda” en 2008, que fue sólo maquillaje.

La noticia probablemente también debe tener otros matices que no son visibles: de algo han tenido que vivir toda esa gente todos estos años. 25.000 campesinos seguramente abarcan varios grados de situación económica, seguramente no todos son inmensamente pobres, seguramente han ido buscándose la vida de otras formas. Aun así, el permanente ninguneo de un gobierno hacia un colectivo de 25.000 personas es para desesperarse. El gobierno de un país que es puntero en altas tecnologías…. y mantiene el sistema feudal de castas sociales.

Un viejo proverbio asegura que un pobre siempre acaba siendo un extraño en su patria.

1 comentario:

marga alconchel - margalc3@gmail.com dijo...

Más de 160 muertos deja la ola de calor en el sur y este de India
(AJAY VERMA/Reuters).
India. #OlaDeCalor.
Más de 160 muertos deja la ola de calor en el sur y este de India. De acuerdo con un informe de las autoridades locales, más de 160 personas han fallecido por las altas temperaturas en el sur y este de India, que han alcanzado hasta los 45 grados Celsius. Las víctimas eran trabajadores y agricultores. Este problema se suma a la escasez de agua y la intensa sequía que están afectando a unos 300 millones de habitantes, es decir una cuarta parte de la población del país. Miles de agricultores se han suicidado, decenas de miles de animales han perecido y varias cosechas han quedado arruinadas. El Gobierno está tomando medidas reparte agua y suero de leche gratis para ayudar a la gente a mantenerse hidratada. Igualmente, recomienda a los ciudadanos a mantenerse bajo techo durante la tarde.