jueves, 18 de junio de 2009

Obama es real?

Imaginemos que tenemos mucho poder y todo el anonimato. Y que somos de un país que se jacta de ser el más rico del mundo. Y que analizamos muchas cosas que nadie sabe, y deducimos que para la siguiente etapa nos hace falta alguien especial, un comodín que sirva para casi todo y guste a casi todos.

Imaginemos que trazamos un perfil: un hombre de una raza oprimida, para que levante simpatías. Pero educado en la raza poderosa, para que genere confianza. Creyente de una religión, aunque no demasiado practicante. Y criado en otra, para que tenga credibilidad entre las dos. Y con muchas razas mezcladas en su historia, pero todas comedidas. Y por supuesto, criado por unos abuelos blancos más que muy tolerantes, para que despierte simpatías entre la gran masa del pueblo.

Imaginemos que buscamos entre 200 millones de personas (ahí debe haber de todo) y encontramos alguien que se adapta mucho al perfil. Una vez seleccionado, es cuestión de entrenarlo. Y una de sus bazas ha de ser una absoluta confianza en sí mismo que arrastre a amigos y enemigos. Y ya tenemos al candidato ideal para cambiar el mundo.

Imaginemos que lo ponemos en campaña, una escenografía milimétricamente estudiada. Y que una vez que gana, ponemos en su equipo de colaboradores más cercanos a algunos de sus enemigos vencidos (muestra de bonhomía y pragmatismo), algunos triunfadores de legislaciones pasadas (el país no olvida a sus hombres), algunas mujeres (ya no hay nadie machista) y razas variadas. Todo el mundo se siente representado por algún lado y todo el mundo se siente ganador, por algún lado.

Y se le echa a rodar por el mundo. Un proyecto de años, con mucha gente involucrada y mucho más en la sombra que a la luz. El hombre con más poder del mundo que compra sus propias hamburguesas en el restaurante de la esquina, con todo su séquito y las cámaras, y hace cola como todos. Un hombre con indudable carisma y con una biografía real, salpicadita de incidencias que lo hagan humano (algún porrete, alguna multa menor). Un hombre que habla los idiomas necesarios en el momento actual, que conoce las claves para comunicarse con los colectivos más problemáticos y que se vende como el sueño americano en carne viva. 

Todo esto es una especulación, y el presidente norteamericano de momento ha demostrado buen pulso para todo lo que está haciendo. Tanto buen pulso y tan adecuadas propuestas que da la impresión de ser todo una magnífica puesta en escena. De hecho parece una versión s. XXI de un mesías religioso que ha aparecido en el momento oportuno.

Esperemos que sus cientos de asesores y las toneladas de informes que manejan les den las claves para sanear el desastre en el que vivimos todos y del que tienen buena parte de culpa. Porque toda esta crisis es a causa del dinero y los que más tienen son ellos.

No podemos hacer mucho más que observar lo que hace y valorar si realmente los de bambalinas han puesto sobre la tarima a un mesías. El Iching, que lleva cinco mil años observando el futuro, dice en una de sus tiradas: El Príncipe auténtico acierta al halcón con una sola flecha.

Texto: Marga Alconchel

lunes, 8 de junio de 2009

Va de virus

Hay una crisis económica de espanto y de repente sale una gripe porcina en un destino turístico. Se disparan las alarmas, se venden como caramelos las mascarillas que no sirven para nada pero quedan muy propias y se pone en marcha toda la maquinaria.

Esa gripe porcina que ha mutado y que se pasa a los humanos y a la que se le ha cambiado el nombre (A) para que no suene tan feo… mata menos que la gripe benigna de todos los inviernos. A 27 de mayo de 2009 en 48 países (cientos de millones de habitantes) había 13.398 personas contagiadas, de las que habían muerto… 95. México es la zona donde la gripe ha resultado más letal, con un porcentaje del 1,82%, o sea, 83 personas en la capital, donde viven 15 millones. La proporción da risa. Lo dicho, un resfriado mata más gente. Ya lo dicen las pelis de polis: ¿A quién beneficia todo esto?


Bajo el cartel de una pandemia, los carísimos antivirales se venden desesperadamente, y las multinacionales farmacéuticas hacen caja, y los vendedores de miedo consiguen grandes dividendos. Se recomienda el principio oseltamivir, que se comercializa con el nombre de Tamiflu, fabricado por los laboratorios suizos Hoffmann-La Roche. Es el que se hizo famoso con la gripe aviar y ahora se vende entre 40 y 100 dólares. El otro principio activo recomendado es zanamivir, comercializado por Glaxo Smith Kline bajo el nombre de Relenza, a 40 euros caja. Este no sirve contra ninguna gripe, pero ambos se están vendiendo por toneladas.

En nombre de la A, Egipto, país de confesión islámica (religión que prohíbe el cerdo por precepto de culto) ha aprovechado para sacrificar la mayor parte de su cabaña porcina, aun a costa de arruinar a miles de pequeños ganaderos y por encima de todos los informes de que no se transmite directamente de animal a persona. China ha aprovechado para restringir más el movimiento de la gente, Japón ha multiplicado las medidas sanitarias (y el gasto medio por habitante), México decretó cuatro días de encierro voluntario en casa que sirvieron para domesticar las calles, sujetar a la población y asear los espacios públicos… Vendedores de miedo.

Además de las multinacionales químicas, todos los gobiernos se han apuntado a la fiesta. Dicen que en España (47 millones) tenemos 100 contagiados. O sea, hemos de hablar con 470.000 personas para encontrar un griposo A. Algunos políticos se desgarran los trajes a medida, algunos vociferan contra todo y contra todos porque es su única manera de captar atención, los médicos simplemente recomiendan reposo y mucho líquido…

Y la crisis económica va quedando en un segundo término. No me refiero a las medidas que se están adoptando con más o menos acierto, sino al control sobre las causas para que no se repitan. Y eso sí que está matando gente poco a poco. Grandes constructoras, grandes bancos, grandes especuladores de riesgo… todos en su butaca. Un sistema económico que evidentemente es dañino desde la raíz y sólo se parchea. Lógicamente no se pueden destruir todas las instituciones económicas de una tacada y empezar desde cero, las cosas se han de hacer paulatinamente. Pero se han de hacer. Y eso empieza por unas depuraciones y unas responsabilidades penales que no se ven. ¡…Pero como es muy urgente atender una gripe tan grave!…

Y los de a pie qué hacemos con la A? Pues analizar los datos, consultar con el médico si es que los síntomas son exagerados, dejarse de histerias caras y seguir con la vida sin perder de vista todo lo que no es gripe. Recordar a Machado (“distingo entre las voces y los ecos”) y vigilar que los que ganan con todo esto no nos la estén dando con queso por la puerta de atrás. Como dicen los castellanos viejos, bueno es si bien acaba.

Texto: Marga Alconchel

viernes, 5 de junio de 2009

Una de piratas

Que los piratas somalíes asaltan a los barcos mercantes porque sí. Que no, que en realidad son pobres africanos llamando la atención porque grandes pesqueros han arruinado sus fondos con redes de arrastre y ya no hay peces. Que es que han convertido sus aguas en un vertedero de materias tóxicas que ha matado la pesca de la que viven. Que no, que los asaltantes son de las mafias locales y han encontrado un filón en los rescates. Que el gobierno que no gobierna en ese país dice que no puede hacer nada porque es pobre, que lo hagan los países asaltados. Que no, que quiere sacar tajada. Que es un problema de islámicos contra todo lo que huela a no islámico. Que no, que se han hecho islámicos por desesperación.


Todo eso es verdad y no lo es. Que las aguas somalíes son un vertedero de materias tóxicas es más que probable. Que no hay pesca en la zona, también. Y que las cosas no son tan simples, también. Y que es bochornoso que sigan con el cuento de los malo-malísimos blancos expoliando a los bueno-buenísimos negros. Todos los países del mundo han sido invadidos y expoliados en sucesivas guerras a o largo de la memoria de la Humanidad. Todos. En Africa no son excepción, vale ya de hacerse los víctimas eternos. Toca trabajar, como han trabajado todos los países para salir de sus respectivas miserias. Muchos de sus enemigos tienen el mismo color de su piel.

De momento, los piratas llevan armamento nuevo y municiones, y son dos cosas que no se venden a crédito ni a cambio de pescadito. De momento, los rescates son de millones de euros, y ahora mismo hay veinte barcos retenidos a la espera de que se junte el dinero. Y desde que esta moda se ha multiplicado en el cuerno de Africa, el dinero corre por los prostíbulos, en la compra de coca, en los coches de lujo y en los sobornos, pero no se ha levantado ni una sola industria ni un solo hospital, pese a que el mal sexo y la droga han multiplicado el sida.

Somalia es un país fracasado, no existe como tal. Lo que planea por encima es una cuestión de dinero. Dinero para armar a los hombres asaltantes (el eslabón más débil, aunque no el más delicado), dinero de rescate, dinero para los traficantes de armas y de droga, dinero de los países asaltados enviando barcos y diplomáticos y recursos, dinero desviado de un país sin gobierno que en nombre de su pobreza también pide dinero.

Los asaltados son barcos mercantes de paso, no de guerra, no pesqueros. Las potencias asaltadas han enviado barcos de guerra, han analizado el tema, y han enviado recursos para levantar la zona de donde salen la mayoría de los piratas. Y aunque sea una medida correcta, es una gota en el desierto. Mientras con un solo golpe consigan millones, quien se va a dedicar a la pesca o la carpintería? Mientras a fuerza de secuestros consigan ayudas millonarias extranjeras, para qué el ímprobo trabajo de construir un país? Mientras los dirigentes islámicos les digan que es bueno todo lo que sea malo para el infiel, quién se resiste? Mientras los intermediarios londinenses se lleven de comisión lo mismo que se paga de secuestro, quién lo va a impedir?

No es una cuestión de negros o de islámicos. Es una cuestión de desesperanza. No tienen otro presente ni ven otro futuro. Inyectar millones en rescates sólo sirve para alimentar esta situación. Llevar a los piratas al país de al lado para que sean juzgados parece un chiste.

Por cuestión de principios, no se deben pagar rescates. Y se debe evitar el riesgo de que el secuestro se convierta en una moda rentable. Los cientos de barcos que cruzan la zona podrían llevar mangueras a alta presión para alejar las barcas que quieran abordarlos. Y los gobiernos implicados, negociar con Somalia el fin de esta situación que a ese gobierno le va muy bien. Sin ingenuidades: Ningún somalí hace nada por impedirlo, y muchas potencias occidentales ya están invirtiendo en infraestructuras en las zonas más depauperadas del país. El gobierno africano pide que los ricos inviertan. Y los ricos dicen que en un país que no es serio no se puede invertir, que es tirar agua al mar. Y que si se compran armas y drogas es que hay dinero.

Por cuestión humanitaria, se debe ayudar a las personas necesitadas. Las empresas que han arrasado las zonas de pesca aprovechando un vacío de poder, deben recompensar invirtiendo en empresas locales que generen puestos de trabajo. Y el gobierno de Somalia ejercer como tal. Recientemente se vio en un documental a todo un ministro, con su coche todoterreno y seis hombres armados como escolta, acompañar (previo pago) a unos periodistas para hacer un reportaje de la situación. Llegados a un pueblo, el portavoz de los piratas le dijo que se fuera que no era bienvenido. Y sencillamente se giró y se fue.

Texto y fotos: Marga Alconchel