martes, 23 de noviembre de 2021

El lugar prohibido

Pantanos, bosques inundados, niebla, pueblos pequeños en la Suecia más desconocida, en un lugar extraño e inhóspito, personas que desaparecen, cadáveres descubiertos en la ciénaga, un secreto guardado durante años. Esas son las tramas con las que Susanne Jansson creó su primera novela de suspense, El Lugar Prohibido, publicada en 2017.

La contraportada del libro explica: “En los pantanos que recorren el norte de Europa, están enterrados los restos de aquellos sacrificios que la gente de la Edad de Hierro hacía a los dioses. Incluso de sacrificios humanos. Los cuerpos han quedado preservados como misteriosas cápsulas del tiempo.

Una joven científica llamada Nathalie llega a uno de esos pantanos en la zona rural de Suecia para realizar experimentos de campo para su tesis doctoral en biología. Allí, una noche, en medio de una tormenta otoñal, Nathalie encuentra a un hombre inconsciente, con los bolsillos llenos de monedas. Cerca, una tumba improvisada.

La exitosa fotógrafa Maya Linde trabaja ahora para la policía y es enviada a cubrir la escena donde ha sido encontrado ese hombre. Cuando Maya descubre otro cuerpo en la ciénaga, comienza una cacería de lo que parece ser un astuto asesino que ha enterrado a las víctimas bajo el lodo durante más de una década”.

Susanne Jansson

La novela transcurre en un ambiente extraño de nieblas, ciénagas y tundras. Personas atrapadas en unos trabajos monótonos y con escasas posibilidades de salir del lugar porque nadie quiere comprar su vivienda y el trabajo no da para ahorrar lo suficiente.

Amal

  Una descripción de personajes cuidada en unas ambientaciones    que la autora, sueca, detalló con buen conocimiento porque    fueron el lugar de su infancia. Nacida en Amal, vivió en Gotemburg, pasó a New York para estudiar fotografía y volvió a Suecia donde trabajó como fotógrafa y periodista independiente especializada en temas sociales y culturales. Falleció en 2019 víctima de un cáncer.

No sólo es el suspense de los crímenes, del asesino, de las circunstancias de los cadáveres. También hay una detallada introspección de los personajes, de sus pensamientos, de sus dudas y sus tragedias más profundas, de sus reacciones humanas y de las veces que necesitaron una botella para poder asumirlas.

La trama de la novela va saltando entre los personajes y los sucesos del pasado que tienen la clave de los crímenes del presente, las emociones y los recuerdos de los protagonistas narrados “desde dentro” con una sensibilidad llana, directa, clara.

Una novela que se lee bien y que despierta la curiosidad (y la distancia) por los paisajes húmedos y fríos, las tundras del Norte de Europa y sus secretos milenarios.