sábado, 8 de agosto de 2020

Guía de relajación para el perezoso




Esta obra es un pequeño libro de 88 páginas, escrito a mediados del siglo XX por
Israel Regardie, cuya temática sigue siendo actual. Redactado en un tono simpático y ligero, da unas pautas sencillas para conseguir cómodamente un buen grado de relajación en pocos minutos.
Israel Regardie (1907-1985) fue un ocultista inglés que desarrolló la mayor parte de sus actividades en Estados Unidos, en una época en que el ocultismo tenía un gran impacto popular. Era de familia judía ortodoxa, rechazó esa creencia y pasó por la teosofía, el hinduismo, el budismo y el misticismo judío antes de llegar a conocer los textos de Aleister Crowley, el gran mago del momento, seguidor de la Cábala y director de la asociación ocultista Golden Dawn.


Regardie llegó a ser secretario personal de Crowley, pasó por la asociación Stella Matutina y estudió psicología de Jung. Después de residir en París y Londres, se instaló en Estados Unidos. Se doctoró en Psicología, escribió libros sobre los rituales secretos de las asociaciones a las que había pertenecido, y a partir de 1947 se instaló en Los Ángeles como quiropráctico.

Volcó sus conocimientos sobre relajación en una guía atractiva para el público en general, aquellos que quieren aprender a relajarse pero huyen de grandes puestas en escena, de rituales complejos o alambicadas posturas alejadas de su vida rutinaria.

La Guía de relajación para el perezoso aborda técnicas muy sencillas, relativamente rápidas, para aprender a relajarse, a respirar, a distender tensiones musculares. En sus explicaciones queda patente el conocimiento del cuerpo humano, de la musculatura y de sus conexiones que tenía Regardie como quiropráctico. En sus comentarios sobre la tensión existencial, las angustias vitales, el estrés y la angustia, queda la huella de su experiencia vital y su aprendizaje en hinduismo, misticismo y psicología.

Bhagavan Jivananda, maestro hindú, redactó el prefacio de la obra, en el que comenta: “Muy a menudo el estrés y la tensión de la vida nos hace insensibles a la amistad y al amor. Nos volvemos bruscos y a veces incluso hostiles. Pero es muy importante no olvidar nunca que aunque las frecuentes penas de la vida causan dolor, quien duerme dentro es la armonía. Ser uno con el todo es la profunda fuente que puede convertir todo en una sinfonía de júbilo.”

La obra termina con un párrafo que es toda una declaración del autor: “Aprenderás a sentirte ligero en la vida, convirtiéndote en hijo del momento. Así descubrirás que se abre ante ti un nuevo mundo de alegría. Descubrirás también una cosa de incomparable interés, ¡tú mismo! ¡Qué descubrimiento! ¡Eres tú mismo una vez más! Ahora eres un viajero en la autopista de la aventura noble. Descubrirás de nuevo el mundo con una indescriptible serenidad, paz y armonía”.