
*El video recuerda que Cuba fue la primera autonomía de España cuando España no tenía ninguna. Pero en aquel momento la isla no era un país, sino una colonia. Fue una forma de gestionar las cuestiones de un territorio que estaba a 13.000 kilómetros, que no son pocos, y fue una concesión por el malestar de los terratenientes locales que tenían que pedir autorización a Madrid para todo lo que quisieran hacer, además de pagar impuestos de los que se beneficiaba la metrópoli. Mantener vínculos tan estrechos como los de una autonomía con un océano en medio es, además de prácticamente inviable, absolutamente ruinoso.

*En el video se leen mensajes de algunos nostálgicos que echan de menos cuando Cuba era parte de España. No nos olvidemos que era una colonia, los que la echan de menos recuerdan el imperio, y suelen decir aquello de “una, grande y libre”. También se ven imágenes de gente manifestándose en Madrid para pedir la libertad en Cuba, y los guionistas lo achacan a un sentimiento hispano-cubano. Simplemente demuestran un sentimiento de solidaridad con todo pueblo asfixiado, como lo han hecho también con el Tíbet.
*La propuesta de la autonomía hace hincapié en que tendrían pasaporte comunitario y pasarían a moverse libremente por este continente. Para establecer una relación entre dos países independientes, cada uno ha de aportar algo. En la propuesta de la autonomía, Cuba únicamente recibe, no aporta nada más que colorido. Por tanto, es un escapismo disfrazado de propuesta seria: lo que hay detrás es un deseo febril de huir de su situación vital y hasta de su situación planetaria, intentando acercarse a un continente con el que sólo tiene en común un capítulo de su historia, y del que le separa, como pronto, un océano entero.

*Si tuviese que vincularse a otro país, sería más lógico que fuera EEUU, donde hay una numerosa colonia estable y floreciente de cubanos. Naturalmente no se dará ese vínculo como no debe darse ningún otro, porque entre países independientes caben los pactos y las negociaciones, no las adhesiones.
*En resumidas cuentas, Cuba no es ni debe ser una autonomía española. Cuba es un país independiente y llegará un día en que será además, un país con once millones de votantes que puedan elegir su destino y sus representantes. Un país que cuenta y contará con un trato privilegiado en España, que cuenta y contará con la simpatía de los españoles y con todas las relaciones bilaterales que se establezcan de mutuo acuerdo. Un país que se desarrolle y se enriquezca en el marco de un mercado plurinacional.
Nada más. Y nada menos.
Texto: Marga Alconchel.