06 septiembre 2025

La última confesión

 

La última confesión es una novela biográfica de 200 páginas escrita por Morris West que narra la vida del monje Giordano Bruno a través de los diarios que escribió en la cárcel de la Inquisición a lo largo de ocho años. West falleció en 1999 mientras hacía las últimas correcciones a esta obra.

La introducción del texto comenta la vinculación personal que West sentía por el personaje, los trazos y sentimientos que veía en él y que sentía en sí mismo, ya que él había estudiado en un seminario. El autor investigó y se documentó profundamente para trazar un retrato realista y equilibrado del filósofo que vivió en varias ciudades de Europa intentando esquivar a la Inquisición.

La obra transcurre en la Europa del siglo XVI del final del Renacimiento, con una Iglesia Católica violentamente enfrentada a las distintas confesiones que también se daban en el cristianismo, entre ellas los protestantes, y obsesionada en la caza de herejes.

Está redactada en un tono personal comedido, narrando sus vivencias y las conclusiones que ha ido obteniendo, y la certeza de que será condenado a muerte. Desfilan retazos de la vida cotidiana, de las relaciones de poder, reflexiones filosóficas, y por encima de todo, una férrea voluntad de aprender, debatir y vivir, convencido de que creer en Dios no puede ser de otra manera.

El autor

Morris West fue un escritor australiano (1916-1999) que llegó a vender 60 millones de copias de sus libros, traducidos a 27 idiomas. Después de una infancia difícil ingresó en la Congregación de los Hermanos Cristianos, donde pasó doce años en un convento realizando los votos anuales, aunque sin llegar a tomar los definitivos.

Participó en la Segunda Guerra Mundial dentro de las Fuerzas Australianas, vivió en varios países y se afincó definitivamente en Australia en 1980. La mayoría de sus obras tratan de la naturaleza y el abuso de poder, de la Iglesia Católica y la política internacional.

El personaje

Filippo Bruno (conocido como Giordano Bruno), nació en Nola (Italia) en 1548. Fue monje de los Dominicos (donde cambió su nombre a Giordano), sacerdote, filósofo, doctor en Teología, escritor y matemático. Buscaba el conocimiento, aprender de todos, debatir. Nunca perdió la fe católica, pero consideraba que tenía que ser algo mucho más amplio que la férrea estructura del convento, más que la rigidez y la amenaza permanente de acusación de herejía y condena por la Inquisición.

Placa en el lugar de la hoguera
Abandonó el convento y renunció a los votos, debatió con filósofos islámicos y protestantes, tuvo amantes y cantaba en las tabernas. Escribió libros, dio clases, tuvo mecenas y era reconocido como erudito. Tenía un sistema nemotécnico que le permitía recordar textos solo con leerlos.

Su fama era conocida por la Inquisición, a la que también llegaron denuncias. Fue detenido y encarcelado durante años en los que tuvo diversos juicios para definir su postura y la veracidad de las denuncias en su contra.  

Fue quemado vivo a los 52 años en una hoguera levantada en el Campo di Fiori, en Roma, el 17 de febrero de 1600.

Campo di Fiori, en Roma, donde Bruno fue quemado vivo 



 

 

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