lunes, 7 de julio de 2025

Las palomas fotógrafas


Antes de que existieran los drones con cuatro rotores, existieron las palomas fotógrafas. Eran palomas mensajeras con un arnés y una cámara automática, que iba tomando fotografías durante el vuelo. Corría el año 1907.

Eran cámaras pequeñas y ligeras.  A las aves se les entrenaba para cargar la cámara con su arnés y no arrancárselo. A pesar del sentido de la orientación de ellas, resultaba muy complejo poder establecer controles sobre la posición, velocidad y dirección del vuelo.

El inventor y la patente

Julius Neubronner era un químico alemán nacido en 1852, utilizaba palomas mensajeras para entregar medicamentos en el negocio familiar de farmacia, tal como había visto hacer a su padre Wilhelm medio siglo antes, cuando enviaba prescripciones médicas a un sanatorio mediante palomas mensajeras, e incluso cargaban medicinas que no sobrepasasen los 75 gramos. 

Una de sus palomas se perdió, y reapareció un mes más tarde, en perfecto estado y bien alimentada. Ahí empezó a pensar en ponerles una cámara para saber por dónde andaban. Tiempo después supo que había estado “alojada” en la casa del chef de un restaurante de Wiesbaden.

Lo de las palomas “trabajadoras” no era una idea nueva, se usaban desde el s. XIX para entregar mensajes y pequeños objetos incluso en tiempo de guerra. En la guerra franco-prusiana de 1870, las palomas de París realizaron 50.000 entregas de telegramas microfilmados. En un experimento de 1889, la Technical Society rusa tomó fotos desde un globo aerostático y envió los negativos de colodión con palomas mensajeras.

Aprovechando su sentido de la orientación y la fuerza de su musculatura, Neubronner les colocó un arnés sujeto con cintas de piel y una ligera cámara fotográfica de 4 centímetros. Quiso patentar el invento, pero no se lo aceptaron porque no creían que una paloma pudiera cargar con ese peso, hasta que vieron una colección de fotografías y aceptaron que el invento era útil. Quedó patentado en diciembre de 1908 bajo el título “Método y medios para tomar fotografías del paisaje desde el cielo”.

A partir de ahí, promocionó su invento en el Dresden International Photographic Exhibition de 1909, donde el público pudo comprobar que las palomas iban, volvían y habían hecho fotos. E incluso vendió algunas imágenes como postales en 1910 en el Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París-Le Bourget

Y hasta hubo polémica, cuando en una de las fotos aparecía una parte del ala de una paloma y la imagen fue exhibida en 1929 en los cines alemanes, incumpliendo los derechos de autor, dentro del cortometraje semanal newsreel.

También tuvo que enfrentarse a burlas: la prensa gala proponía usar patos, que podían transportar más peso, y de paso, que les dieran clases en la Sorbona para que supieran en qué momento el paisaje tendría interés militar. Los ingleses aseguraron que las palomas harían trabajos periodísticos persiguiendo una noticia.
Cámara de Neubronner
Al poco tiempo estalló la Primera Guerra Mundial y se consideró que tenían potencial para reconocimiento aéreo, pero se valoró más el construir palomares móviles y emplearlas para llevar mensajes.

La batalla de Verdún

Durante la Primera Guerra Mundial, la batalla de Verdún (21 de febrero hasta el 18 de diciembre de 1916) entre franceses y alemanes, fue considerada la más sangrienta. Fallecieron 714.231 personas, a un ritmo de 70.000 cada mes.

Imagen de una trinchera
Unos de los protagonistas de los que se habla poco fueron las llamadas “palomas-cámara”. Las cámaras sujetas a globos se perdían y alguien recordó que las que iban sujetas a palomas siempre volvían. El ejército prusiano convocó a Neubronner, se usaron sus palomas y los franceses no lo descubrieron hasta que una de ellas cayó abatida y le encontraron la cámara atada al pecho.

El ejército galo enseguida entrenó sus propios animales, y para el final de la batalla ya contaban con doce palomares entrenados. Años después, las imágenes obtenidas fueron expuestas en el Museo del Espionaje de Washington.

Cómo funciona

Patente de Neubronner 
Neubronner  construyó una pequeña cámara con la forma del pecho de una paloma, que se pudiera sujetar con un arnés  y una coraza de aluminio. Hizo prototipos de madera de 30 gramos de peso y entrenó a las palomas para volar con ellas. El siguiente paso fue llevarla a 100 km. de su casa, ponerle la cámara y soltarla. La paloma, acostumbrada al entrenamiento, sabía que cuando llegase a casa le quitarían el peso, así que volaba por la ruta más corta y a 50 metros del suelo. La cámara llevaba un sistema neumático que controlaba el tiempo de disparo, y para su comodidad, el palomar disponía de un gran espacio de entrada y un tablero de aterrizaje.

Con el tiempo, Neubronner patentó cinco modelos de cámara, tal como explicó en un pequeño libro editado en 1909:

Cámara doble. En el gráfico se observa el modelo patentado de una cámara con dos lentes, y el sistema neumático. Se inflaba la cámara de la izquierda, y a medida que el aire se escapaba lentamente por la parte baja, el pistón se movía hacia atrás y activaba el disparador.

Esta cámara con dos lentes apuntaba delante y detrás, con una distancia focal de 40 mm. Tenía un único disparador focal plano y podía tomar dos exposiciones simultáneamente en una misma placa fotográfica.

Cámara estereoscópica. Muy similar a la anterior, pero las dos lentes apuntaban en la misma dirección.

Cámara para varias fotos. Equipada con un pequeño rollo para poder hacer varias exposiciones seguidas.

Cámara con fuelle
. Tenía un pequeño mecanismo de tijera que mantenía el fuelle expandido hasta que se tomaba la foto y después lo replegaba. Permitía una exposición de 6x9 cm. con una lente focal de 85 mm.

Cámara panorámica. La lente podía rotar 180º y captaba una imagen en una película de 3x8 cm. Quiso comercializar este modelo en 1910 y creó la Doppel-Spot Panoramic Camera, pero nunca alcanzó una gran producción.

En las últimas informaciones que facilitó de sus cámaras, en 1920, aseguró que había logrado un modelo de 40 gramos de peso que podía tomar 12 fotos. Pese a que no dio muchos datos técnicos, un investigador averiguó que había usado una película de ADOX, con un ASA de 25, equivalente a 15 DIN y uno de 40, equivalente a 17 DIN y una velocidad de obturación de 1/60 a 1/100 s. La película había sido cortada en formato de 30x60 mm. Y doblada de forma cóncava para prevenir deformidades por el movimiento de la lente.

El invento fue aprovechado para usos militares en la segunda guerra mundial. Tenían la ventaja, por encima de los aviones, de volar más bajo y hacer fotografías de detalle. Las palomas tuvieron que demostrar que no les asustaban las explosiones. Sin embargo, por necesidades estratégicas, a veces les cambiaban el palomar de lugar, y tardaban en reubicarse y localizarlo. Lo solucionaron llevándolas siempre en palomares móviles con colores llamativos desde los que las hacían salir. Neubronner aprovechó apara añadir al palomar un cuarto oscuro donde revelas las imágenes.

Como recompensa a su investigación y sus logros, su cámara panorámica se exhibe en el Museo de la Tecnología Alemana en Berlín y en el Deutsch Museum de Múnich.

Hay un espacio en el Museo Internacional del Espionaje, en Washington, para las palomas fotógrafas y sus imágenes de la Primera Guerra Mundial.

Segunda etapa

En 1930, en Walde, Christian Adrian Michel, relojero suizo de Schiltwald, en el valle de Ruedertal, desarrolló modelos de cámaras por encargo del ejército suizo, que lo había asignado al servicio de palomas con carga. 

Trabajó modificando la cámara panorámica de Neubronner para filmar con películas de 16 mm. y adaptarle un mecanismo de control para transportar la película.
Consiguió la patente en 1937. Tenía un temporizador hecho con un mecanismo de reloj y pesaba 70 gramos. Pese a que se consideró un buen invento, no consiguió un fabricante para grandes producciones, y solamente se fabricaron 100 unidades. 
También patentó un armazón y un arnés para que las palomas transportaran rollos fotográficos, pero tampoco tuvieron mucho éxito. Tres de sus cámaras fueron subastadas en Londres por Christie’s en 2002.

Durante la Segunda Guerra Mundial los alemanes aseguraron que habían conseguido cámaras que tomaban 200 imágenes en cada vuelo, mientras los franceses aseguraron que habían desarrollado cámaras de filmación usadas por aves que eran transportadas al otro lado de las líneas enemigas en jaulas transportadas por perros entrenados.

La mayor operación con palomas fotógrafas se realizó en abril de 1941, contando con centenares de colombófilos británicos que usaron sus ejemplares para espiar al otro lado de las líneas.

En 1942, los rusos descubrieron camiones alemanes abandonados con palomas con cámaras que podían tomar varias fotos en intervalos de cinco minutos, y que eran transportadas dentro de cestas por perros.

En Vevey (Suiza), el Musée suisse de l’appareil photographique tiene una colección de 1.000 fotografías tomadas con la cámara de Michel. Fueron hechas con una película Agfa, con un ISO 8/10º. El formato es de 10x34 mm. Hizo una exposición en 2007 bajo el título Des pigeon photographes? (Las palomas fotógrafas?)

Trabajos más recientes

La CIA norteamericana desarrolló una cámara especial con batería de mayor duración específicamente para el espionaje con palomas, que ahora se exhibe en su museo. Parece que en los años 70 se lanzaron palomas con cámaras desde aviones, pero no funcionó. Toda la información sobre esos diseños continúa siendo información clasificada después de medio siglo. 

La información que sí ha permitido conocer la CIA en 2018 habla de la Operación Tacana, realizada a partir de investigaciones de la década de los 60 para el uso de animales espía. Las palomas-cámara fueron “armadas” con una mini cámara de alta definición, de 35 gramos de peso y 2.000$ de coste. Fueron enviadas a los astilleros de Leningrado, donde los soviéticos construían sus más sofisticados submarinos.

La revista sueca L’Illustré publicó en 1978 una fotografía aérea tomada por una paloma con una cámara de mecanismo hidráulico. En los años 80, Rolf Oberländer hizo algunas réplicas de la cámara Doppel-Sport; una de ellas está en el museo de Vevey.

Nicolo Degiorgis, Audrey Solomon y Joan Fontcuberta decidieron publicar en 2018 un álbum sobre el tema: “Empezamos  escanear las fotografías que estaban en el Museo Alemán de la Técnica y creamos el álbum “la paloma fotógrafa”. En él se incluye un ensayo de Fontcuberta sobre la evolución de la fotografía aérea y la comparación entre palomas y drones.

El artista Amos Latteier realizó en 2002 una fotografía con una paloma usando el sistema APS (Advanced Photo System) y cámaras digitales. 

En 2004 la BBC probó a poner pequeñas cámaras de TV en halcones y azores, e incluso hay un colectivo de aficionados que utilizan crittercams, cámaras colocadas en animales salvajes que popularizó National Geographic.

Como curiosidad añadida, el autor Evelio Traba publicó en 2024 una novela histórica juvenil llamada Las palomas fotógrafas, en la que narraba acontecimientos de la Primera Guerra Mundial desde el punto de vista de una paloma fotógrafa.
Postal con una paloma fotógrafa 

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