Es una novela de Paulo Coelho publicada en el
año 2000, que navega por los conflictos entre el bien y el mal dentro de cada
persona. El argumento trata de un pequeño pueblo, con habitantes que se conocen
y tienen las afinidades, miserias y rencores habituales después de años de
vivir cerca. Un visitante les ofrece la posibilidad de acceder a un lote de
diez lingotes de oro a cambio de matar a una persona sin consecuencias legales.
Se trata de que escojan un vecino cualquiera y lo maten. A cambio, tendrán
dinero suficiente para toda su vida, sin más problemas.
Paulo
Coelho de Souza es escritor brasileño de una treintena
de títulos, siendo el de mayor éxito El
Alquimista. Ha vendido en total más de 300 millones de libros. Tiene
millones de seguidores en las redes y ha recibido varios premios. Muy introducido
en cuestiones espirituales es Consejero Especial de la Unesco para Convergencia
Espiritual y Diálogos Interculturales.
En su adolescencia se negó agresivamente a
seguir los pasos de su padre y estudiar ingeniería, prefiriendo la literatura,
el teatro, el periodismo y la vida hippie. La familia lo ingresó en un psiquiátrico
donde recibió varias sesiones de electroshock. No se solucionó el problema y
pasó por la consulta de otro psiquiatra. Muchos años después volcó estas
experiencias en una trilogía a la que llamó “Y el séptimo día”, formada por las
obras A orillas de rio Piedra me senté y
lloré, Veronika decide morir, y El demonio y la señorita Prym.
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Plaza Prim del Poblenou de Barcelona |
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Viscos |
La obra está redactada en el tono reflexivo
habitual de Coelho, de introspección, de análisis de las conductas a partir del
resorte interior que las origina. Como anécdota, el nombre del pueblo (Viscos) corresponde
a una población francesa que visitó el escritor, y el nombre de la protagonista,
Prym, es en recuerdo de la plaza Prim del barrio barcelonés del Poblenou.
El protagonista reflexiona a lo
largo de 200 páginas sobre sus propios contenidos, sus dolores, su voluntad.
Sobre su duda de si el hombre es intrínsecamente bueno o malo. Cree que si
aceptan su propuesta, demostrarán que el hombre es malo por naturaleza.
Su
némesis, una mujer joven del pueblo, ofrece el contrapunto, valorando el bien y
el mal inherente a cada persona, la lucha que todos llevamos, la posibilidad de
huir de ese ambiente pueblerino y reducido, el anhelo de solucionar su vida
para siempre sin mirar atrás, y el freno ético de haberlo conseguido con un
crimen.
Se cruzan todos los intereses de cada uno de
los vecinos, desde mejorar el hotel y atraer visitantes, huir a algún lugar
lejano y la clásica pugna de poder entre el alcalde, el sacerdote, el jefe de policía…
Y entre unos y otros va surgiendo la figura
de la víctima propiciatoria, la persona ideal para ser asesinada: la vecina
mayor y sola. Falta decidir si realmente lo van a hacer y en caso de decidir que
sí, quienes lo harán, porque igual que el beneficio será para el pueblo, el crimen
también será colectivo.
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